El Pantano de los Nudaren; Furia de Reinos

-       Has viajado lejos para encontrarme – dijo Tarir mientras se levantaba de la tierra donde había estado tirado durmiendo.- Eres valiente en venir hasta este lugar, debo admitirlo.
-       No es el camino lo difícil de llegar hasta este lugar, ni lo lejano ni lo peligroso. Mi premio mas glorioso es detener tu campo de soldados Tarir, llegaste demasiado lejos.- Dijo Anir mientras se acercaba con una velocidad galopante para ir caminando.
-       Tus antepasados celebraran contigo esta noche, tu regreso al mundo de los muertos Anir- Tarir tomo unos pasos hacia atrás y saco de un tronco viejo un hacha incrustada.
-       Crees demasiado en tus instintos de animales –en ese momento Anir dio unos pasos hacia delante mientras desenfundaba su espada Fuego, y la levantaba en el aire para propinársela en cualquier parte que encontrase del cuerpo de Tarir. En el lugar llovía y los movimientos se hacían mas pesados, mezclados con el barro que los hacia resbalar un poco.
Tarir esquivo el ataque certero poniendo el hacha en el medio del camino de Anir. Tomo un poco de aire hondo y le devolvió el ataque, mientras Anir giraba sobre si mismo para esquivarlo. Tarir intento sujetarlo, pero anir le dio una patada en las pantorrillas, generándole un inmenso dolor que casi lo hace arrojarse al suelo, pero logro soportarlo para tomarlo por el cuello a tiempo a Anir, antes de que retrocediera.
-       No llegaras muy lejos sabes… es mejor que regreses, no te diré nada.- Dijo Tarir en tono amenazante, cuando intento propinarle un golpe y asfixiarlo, Anir utilizo sus dos pies para pararse sobre el estomago de Tarir y saltar hacia atrás, haciendo que Tarir lo soltase y retrocediera, mientras Tarir se volvía a posicionar para atacar.
-       No vengo a entablar una conversación con el pasado, debes saber que el camino que elegiste esta maldito y vengo a terminar con tu miseria.- Le respondió Anir mientras avanzaba y le daba una rápida patada en el pecho.-
-       Coof…coof – tocio Tarir, mientras sacaba un cuchillo de su cinturón y soltaba el pesado martillo. Tomando posición de defensa antes del próximo ataque de Anir le atino un cabezazo, mientras Anir se acercaba endemoniado, rompiéndole la nariz. Tarir sonrió siniestramente cuando escucho el crujido del hueso de la nariz, sobretodo porque Anir portaba una de gran tamaño, lo mas posible hubiera sido que se le rompa la cabeza a Tarir. El lugar estaba callado, tan solo se podían escuchar los rugidos de dos bestias luchando por intereses ajenos.
-       ¡Maldito seas…!- Grito Anir mientras sujetaba su nariz. Se le pasaba por la cabeza todo el tiempo que había necesitado para poder enfrentarse ante el gran Tarir Urdo uno de los mejores Ladrones de los Siete Mares. El mismo que le había robado todo cuando era pequeño por una estafa realizada al padre de Anir
-       No falta mucho para que los renegados vuelvan de cazar, creo que pondría tu cabeza en una pica por un tiempo hasta que se venciera ante los cuervos- Le dijo Tarir mientras lo miraba con el rostro oscuro, sin sentimiento alguno. Se saco los guantes y la pechera aboyada, mientras las arrojaba furioso al piso. Hiso bailar el cuchillo mientras lo miraba confiado a Anir. Mientras este soltaba su espada Fuego al piso, y se despojaba de su capa.
-       Mándale saludos a Jerrik de mi parte en el mundo de los muertos – le respondió Anir con el rostro bañado en sangre  se la saco un poco de los ojos y saltaba hacia Tarir, mientras este le lanzaba un puntazo con el cuchillo, sin darse cuenta que Anir giro hacia la misma dirección para tomar su mano, agarrar su brazo doblarlo para así llegar hasta su cuello y aplicarle la técnica Mata león.
-       ¡Aaaargh! – Gimió Tarir mientras el aire que le quedaba en la sangre se debilitaba y su vista se nublaba.
-       Algunos ladrones como ustedes deben morir de maneras que nunca hubieran sido imaginadas por ustedes.- Le dijo furioso Anir mientras utilizaba toda su fuerza para que Tarir dejara de moverse.
-       La suerte ya esta…. Ya… esta echada.- fueron las ultimas palabras de Tarir mientras dejaba caer sus brazos para no sujetarlo mas a Anir.
-       Hasta nunca Tarir, fuiste un excelente guerrero Shanai, pero la codicia nublo tu juicio.

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