Dragones Del Norte.

Artheros estaba llegando al monte de los Dragones del Norte, la buena vista que tenia estaba dotada por antiguos castillos de hace millones de años que se habían vuelto piedra y a la vez montañas, era una imagen para quedarse admirando a la Madre Naturaleza por un trabajo tan fino, ya que podrían haber sido tales como los castillos de época destruidos, por las lluvias y Sismos.
Antiguamente los Dragones habían habitado estas tierras, estos eran la primera generación de Reptilianos evolucionas hace millones de años. Sus alas gigantes le ayudaban a elevarse alto en las nubes, con fuertes uñas en varios sectores de las alas para poder defenderse.
Vivir en cuevas y soportar todo tipo de ambiente, en condiciones totalmente heladas por las nevadas de Nornen, y los Soles sofocantes de Horajatus, había creado en ellos una piel poderosa tanto para el hielo como el fuego, sobretodo para el fuego no solamente por manipular a este, sino por defender a sus dragones bebes en busca de Dragones de la Muerte que devoraban a los Dragones del Norte, esta raza caníbal de ellos, se había generado con los conflictos entre las tierras Nórdicas.
Las leyendas de distintos Dragones habían sido escuchadas en la cuidad donde Artheros se había criado, muchas de ellas con finales tristes, ya que la furia de un Dragón despierto con sed de venganza era mas a la de miles de Bargalotz en busca de comida. Mientras caminaba por una de las laderas de los castillos viejos, se encontró con un Reptiliano.- Huye muchacho, el gran Borgoth duerme y no querrás despertarlo, trajo aquí su tesoro y te espira fuego en la cara si te le acercas- Dijo el Reptil mientras se acercaba corriendo a Artheros.
-          Debes ser ese tipo del que me contaron en la aldea de Luria, estas aquí hace millones de años cuidando este lugar, porque dices ser Hijo de los Dragones, la evolución mas adaptada todavía que un Reptiliano, pero la falta de tus alas le quito credibilidad a tus palabras y el pueblo Reptil te hecho a las montañas para que sanaras.- Dijo Artheros mientras agarraba de la funda su espada, en caso de una reacción del Reptiliano.
-          Eres igual que ellos, no saben de las galaxias, no saben de la posiciones de los mundos, tan solo piensan en que mundo consiente, y eso les da autoridad sobre nosotros, los diferentes, hace millones de años que existimos, evolucionamos con ellos, y cuando los primeros aparecieron con sus alas y forma de humano, los mataron y erradicaron. La maldición cayo sobre ellos, ya que no pudieron nunca saber en que momento uno de ellos cambiaria, porque el Zodiaco es algo que dejo de importarles hace añares.
Algo volaba detrás de ellos mientras entablaban la conversación, un par de veces pudo notar Artheros como su visión era más oscura mientras veía y escuchaba la explicación del Reptiliano.
-          Reptiliano, no me has dicho tu nombre, quizás podría creer mas las veracidades de un Reptil si este mi diría su nombre.
-          Soy Maluj Jacil Kale, como es tu nombre forastero-. Le pregunto en tono amable el Reptil mientras agravaba sus ojos y mostraba una hilera mas de dientes.
-          Mi nombre es Artheros Valduar, Hijo de Viklor, Rey de la Montaña, Hijos de Vikingos- le dijo Artheros mientras avanzaba por delante de el para sacarlo del camino.
-          Espera te dije que no deberías pasar por este lugar- Grito Maluj Jacil Kale.
Artheros no dio mas caso a los avisos de ese reptiloide y ni tampoco iba a tomarse el tiempo de esperar a saber todo de su vida, cuando no haría mas que complicarle sus cosas, tan solo tenía una misión en su cabeza y era pasar esa montaña para llegar a los Reinos en donde se podrían encontrar sus hermanos.

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