Padre e Hijo; Estrategias de Emperador.

-       Acaso un Rey no tiene permiso de poder tomar sus propias decisiones?
-       Por supuesto que un Rey tiene permiso a tomar sus decisiones, siempre y cuando estas no sean la destrucción total de su reinado, MiLord- Le dijo Vektor, a su hijo mientras este tomaba asiento en su trono.
-       Mis decisiones son como las del Leon, contienen sacrificios necesarios para que podamos sobrevivir, en la selva que vivimos todos buscan escapar ante la capa de un verdugo y un mago con historias viejas sobre Dragones que desaparecieron hace miles de años, tan solo para implantar miedo en las mentes de mi gente.  Aquellos que camuflan los ojos de serpiente, intentando de tomar a los buenos por idiotas, no merecen mi perdón, merecen mi ira, ellos deberían estar felicices de estar vivos en mi presencia.- afirmo Anir el nuevo Rey de Trimilogia, luego de que Voldarin cayera gracias a su espada en la guerra de las Tormentas.
-       Un día Hijo escucharas mis consejos, y te daras cuenta que un Rey se forma día a día y no porque le ceden un titulo y un trono donde apoyar su trasero y dar ordenes. Mis ojos están casandos y mi cuerpo mutilado con tantos años. Solo espero poder darte lo ultimo que me queda, que es mi filosofía de la vida, la cual la pude formar luego de equivocarme miles de veces y de ver el tiempo pasar con las acciones que tomaba.
-       Padre, hoy me quisieron demostrar que tenían mas poder que el mío, aquellos que alguna vez celebraron a mi lado mi nuevo reinado. Aquellos que no entendían de donde provenia, esos fueron los que desataron finalmente mi furia. Derrote al Caballero de La Oscuridad Voldarin, ¿y me lo pagan de esa manera?. Queriendo desobedecer mis ordenes, y tomando las suyas propias como seguras de justicia.-
-       No es lo que haces al final de cuentas lo que te mantiene en el trono, sino como afrontas las consecuencias de las acciones que realizaste para estar en ese lugar. Muchos intentaran quitarte de ese puesto, muchos intentaran disfrazarse de corderos para no parecer lobos ansiosos de ver a un león caer de su reino. Pero eso hijo mío es el punto donde la diferencia se marca, entre el carácter de un joven guerrero y la sabiduría de un viejo perdedor.
-       No intento hacerle el mal a nadie, ni que nadie me haga el mal, pero cuando me quieren sobrepasar…- en ese momento Vektor se levanto de su lugar furioso.
-       No es un tema de sobrepasar, eso solo juega un papel en tu cabeza, tu ego esta siendo sobrepasado por tu mismo, eres tu único enemigo en esta guerra que estas teniendo. Tenemos que concentrarnos en cosas mas importantes que las incredibilidades de la Cuidadela. Un Rey justo, debe afrontar las confrontaciones de su gente, debes demostrarle que aparte de ser severo tienes un cerebro, el cual funciona con tus sentimientos para perdonar, perdonar aquellos que te quieran hacer el mal, perdonar aquellos que no te logran entender. Solo asi puedes avanzar en tu Reino, porque si ellos saben que tan solo puedes hablar a sus espaldas, te tomaran por mentiroso, embustero y ladron. Si eres directo a ellos, y lo miras a los ojos cuando le hablas con la verdad, no tendrán objeción y te respetaran, tal como un perro obecede a su amo cuando este es tratado con amor, y no cuando es torturado, maltratado por morder a la persona equivocada.
-       Tu serias mejor Rey que yo  padre…- Dijo Anir, mientras se paraba del trono de la Trinidad, con la vista sombria y movimientos toscos.
-       Estoy viejo hijo mio,  la espada me esta apuntando, estoy cansado, he de marchar pronto..- dijo Vektor mirando al suelo con una profunda tristeza en sus ojos.
-       Adonde debes marchar Padre?, no hay mejor lugar que el Reino de tu hijo para que puedas disfrutar y tranquilizarte luego de tantos años de lucha, mi ejercito se encargara de aniquilar a los Errantes de las tierras del Norte.
-       Cuando llegue el momento hijo, cuando llegue el momento lo sabras. Pero mientras tanto debes pensar, utilizar ese intelecto que Artharos te dío, para el bien de todos, y no para el tuyo propio, el tiempo te dira.- Vektor trago saliva y miro por la ventanta mientras pasaba unos pajaros por ella.

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