El Viaje de Lasar a Tesalia; Furia de Reinos.

-       -Jordo levantaremos campamento y nos largaremos de este lugar, estoy muriendo de frio, y tengo mas hambre que un león en el desierto.- Dijo Lasar, mientras tomaba un poco de agua de un viejo y sucio baso de madera-.
-     -  Deberíamos irnos a Tesalia.-Dijo Jordo.Debían marchar hacia ese lugar donde se encontraban los Adoradores del Segador (Sargados).Los  Adoradores se dieron a conocer en la vieja Tesalia, una cuidad ubicada en las arenas del Vaur, donde el Sol se posaba fuerte en el cielo, segando a los que se atrevían a mirarlo fijo, porque este quemaba como dicen que es el infierno.
Las escrituras resultan alarmantes hasta para los Guardianes de la Sagrada Escritura, la cual data de mas antaño, donde un enviado llega a las tierras de la antigua Trimilogia, el cual era un mesías…algunos decían. Pero quizás en el tiempo de los primeros, algunos debían profesar la gran realidad que se vivía en esas tierra, donde fue creado el antiguo escrito.
Tureah el manuscrito creado por el enviado. Este era el creador de creadores, el Rey de Reyes. Cuando este despertaba en lo temprano, todo humano era segado. Mas poderoso demostraba ser ante el temeroso.
Vida este daba, a cualquiera que este lo mirara, mas no tenían que temer, porque el es el Rey. Los Adoradores Vivian en sus tierras, la Sagrada Tesalia, donde por primera vez los tal llamados milagros, dieron su aparición, y contaron sus historias de los allegados al Segador. Luz, fuego, viento, le llamaron, pero ninguno podía nombrarlo. El altísimo, le apodaron, los Adoradores, sabían que el era el hacedor.
Algunos los utilizaron para bien, otros se desviaron.
-        - Rondan los rumores de que Lord Eros de Ferronia, declarara la guerra a Lord Relio de Lorelios.- Dijo Jordo mientras tomaba las provisiones que le quedaban para el viaje.
-        - Es normal que le declare la guerra al Clan Lorelios, los Ferronia antes tenían las tierras de la montaña Yunai, la cual estaba habitaba por un pequeño grupo del clan, el cual fue masacrado por las fuerzas de Lord Relio, sin importarle el estandarte que llevaba este clan, y sabiendo que tomarían represalia, tarde o temprano.- Dijo Lasar mientras tomaba las cañas de pescar que había dejado cerca del rio.
-       -  ¿En cuanto tiempo crees que lleguemos a Tesalia?.- Pregunto Jordo mientras se ponía de pie, para ver los movimientos toscos de Lasar.  aparte de tener varios años. había dejado la vida de guerrero hace años, pero no sabia para que otra cosa podría ser útil.
-       Calculo que en unos tres días, si intentas de no dormirte en cada árbol que encuentras en el camino.- Lasar tiro una risotada, mientras apagaba la fogata.
-       -Tu intenta de recordar que soy mucho mas joven que tu. Aparte lleguemos temprano o no, las cartas ya están tiradas, los malditos encontraran la corona antes que nosotros.- Jordo se quedo inmóvil pensando lo que había dicho, mientras Lasar dejaba de hacer lo suyo para seguir escuchándolo con la mirada nublada.
-       -¿Eso es lo que crees?- Lasar cruzo los brazos.
-      - No… en realidad deberíamos tratar de detener a esos malditos, podríamos ganar bastante dinero entregándole esa corona a alguno de sus supuestos Reyes por Bendición.- Jordo tomo sus guantes y su espada,. Tenia el cabello largo al igual que su barba, el color oscuro de su pelo mostraba la juventud que este portaba. Pero media seis pies de alto, y su espalda igualaba a la de un Gladiador de Imperio Reuneano, pero no su inteligencia en determinadas ocasiones.
-       ¿Cuantos días piensas seguir alimentándote de esa basura que tenemos de comida de todos modos?, en Tesalia sino encontramos a Rumah, no tendremos donde quedarnos ni que comer, asegúrate de racionar bien lo que llevamos, no podremos pescar hacia donde marchamos, y la verdad no soy un amante de comer alacranes y escorpiones, malditos desiertos, es increíble que en esas tierras se hacen llamar los elegidos, eso es lo mas ridículo.

-       Deben ser bastante fuertes para soportar el tiempo de ese lugar Lasar…- Lasar quedo mirándolo fijo sin decir absolutamente nada, mientras empezaban el camino hacia Tesalia.




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